viernes, 7 de abril de 2006
La puta huelga de controladores
Pues sí. Los putos franceses. Ya tocaba que me jodiesen vivo, incluso sin querer tener nada que ver con ellos.
Resulta que ayer, esperando en la terminal de salidas de Luton, a la hora en la que debían poner la salida para Madrid, cascan en los monitores un Last call - Gate 18.
Nosotros, extrañados, vamos a la puerta de embarque, y cuál es nuestra sorpresa cuando nos encontramos con un cámara de televisión filmando nuestras caras de idiotas cuando el tipo de Easyjet nos dice que se cancela el vuelo por la huelga en Francia. Resulta que tres de los compañeros que viajaban conmigo tenían que coger un vuelo a Argentina desde Madrid, uno de ellos esa misma noche.
Pues bien, ya sabéis cómo funciona esto de la Ley de Murphy. Vuelo cancelado, y no hay más vuelos hasta el día siguiente. Pasamos a recoger nuestras maletas, llamamos a la agencia de viajes de la empresa (no a la nuestra, sino para la que hacemos el trabajo allí) para que nos cambien los vuelos, y, oh sorpresa, no hay plazas para los primeros vuelos de Easyjet del día siguiente.
Pedimos a la empresa que nos cambie el vuelo a uno de la British o de Iberia, y nos dicen que la política de su empresa se lo prohibe. Tras intensas negociaciones, conseguimos un vuelo para primera hora de la mañana, en el que irían los compañeros que se iban a Argentina, y otro para un poco más tarde, desde Gatwick (a hora y media de Luton), para el resto.
Solo nos quedaba entonces buscar alojamiento para esa noche. Pues bien, las chicas de la agencia de viajes nos dicen que la política es que nos tienen que dar habitación en Milton Keynes. Nos negamos rotundamente, y al final nos dan un hotel cerca del aeropuerto de Gatwick.
Puto hotel. ¡¡MENUDO PEDAZO DE MIERDA DE HOTEL!! No voy a describir lo que había en mis sábanas y bajo ellas, porque superaría a mi ya famoso artículo de los labavos, y aún os aprecio a los que me leéis... Pedimos la cena, un sandwich de beef con horseadish (no preguntéis qué es, no lo sé), y tenía mostaza inglesa. Esa que pica poco, pero se te mete en las tochas y molesta bastante.
El caso es que al fin esta mañana hemos volada a Madrid en clase preferente de British Airways, y es un pedazo de lujo. Lo malo es que uno de los chavales que volaba desde Luton con Easyjet, al parecer no tenía bien reservado el vuelo. A ver si tiene suerte y le dan algo, para poder irse a Argentina.
Cabrones...
Resulta que ayer, esperando en la terminal de salidas de Luton, a la hora en la que debían poner la salida para Madrid, cascan en los monitores un Last call - Gate 18.
Nosotros, extrañados, vamos a la puerta de embarque, y cuál es nuestra sorpresa cuando nos encontramos con un cámara de televisión filmando nuestras caras de idiotas cuando el tipo de Easyjet nos dice que se cancela el vuelo por la huelga en Francia. Resulta que tres de los compañeros que viajaban conmigo tenían que coger un vuelo a Argentina desde Madrid, uno de ellos esa misma noche.
Pues bien, ya sabéis cómo funciona esto de la Ley de Murphy. Vuelo cancelado, y no hay más vuelos hasta el día siguiente. Pasamos a recoger nuestras maletas, llamamos a la agencia de viajes de la empresa (no a la nuestra, sino para la que hacemos el trabajo allí) para que nos cambien los vuelos, y, oh sorpresa, no hay plazas para los primeros vuelos de Easyjet del día siguiente.
Pedimos a la empresa que nos cambie el vuelo a uno de la British o de Iberia, y nos dicen que la política de su empresa se lo prohibe. Tras intensas negociaciones, conseguimos un vuelo para primera hora de la mañana, en el que irían los compañeros que se iban a Argentina, y otro para un poco más tarde, desde Gatwick (a hora y media de Luton), para el resto.
Solo nos quedaba entonces buscar alojamiento para esa noche. Pues bien, las chicas de la agencia de viajes nos dicen que la política es que nos tienen que dar habitación en Milton Keynes. Nos negamos rotundamente, y al final nos dan un hotel cerca del aeropuerto de Gatwick.
Puto hotel. ¡¡MENUDO PEDAZO DE MIERDA DE HOTEL!! No voy a describir lo que había en mis sábanas y bajo ellas, porque superaría a mi ya famoso artículo de los labavos, y aún os aprecio a los que me leéis... Pedimos la cena, un sandwich de beef con horseadish (no preguntéis qué es, no lo sé), y tenía mostaza inglesa. Esa que pica poco, pero se te mete en las tochas y molesta bastante.
El caso es que al fin esta mañana hemos volada a Madrid en clase preferente de British Airways, y es un pedazo de lujo. Lo malo es que uno de los chavales que volaba desde Luton con Easyjet, al parecer no tenía bien reservado el vuelo. A ver si tiene suerte y le dan algo, para poder irse a Argentina.
Cabrones...
Etiquetas: diario
Comentarios:
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Voy a seguir haciendo honor a ser de las pocas que te escriben jeje
Así que si quieres les insulto un poco, así te sentirás mejor... jeje
Qué peacho de cabrones gabachos... y lo mismo por tu empresa, hala!
Así que si quieres les insulto un poco, así te sentirás mejor... jeje
Qué peacho de cabrones gabachos... y lo mismo por tu empresa, hala!
eso es por llevarte mal con los franceses.
los ingleses son mejores, los ingleses son mejores. ¡pues por lo menos los franceses tienen la tortilla francesa!, los ingleses ¿que?, na más que comida basura...
Un abrazo.
Carri
los ingleses son mejores, los ingleses son mejores. ¡pues por lo menos los franceses tienen la tortilla francesa!, los ingleses ¿que?, na más que comida basura...
Un abrazo.
Carri
A ver, una cosa que quede clara. Nuestro cliente fue el que nos quería hacer la 3,14 con los vuelos y el hotel, no mi empresa. Un poquito de orgullo corporativo, pofavó!!
Carri .. lo ingleses tienen el escondite inglés... aquí lo practican mucho a eso de las 4-5 de la tarde...
yo que también lo viví me uno ¡¡peasos cabronessss!!
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yo que también lo viví me uno ¡¡peasos cabronessss!!
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