Diario de un repatriado

Ya he pasado por:

Buff, me ha costado mucho escribir este artículo, pero es que últimamente me cuesta sacar algo de tiempo...

Bueno, pues sí, estuve en Estocolmo, la capital de Suecia, y queda más o menos por aquí:

La verdad es que es una ciudad bastante bonita, bueno, como todas las ciudades nórdicas. A decir verdad, si te sueltan por cualqier ciudad del norte de Alemania, de Dinamarca, Suecia, y seguramente, Noruega, todo te parezca lo mismo. Son ciudades muy burguesas, con edificios de los siglos XVII y XVIII, rubias impresionantes, pasta para aburrir, un casco histórico más o menos pequeño para recorrerse perdiéndose por él, un segundo centro lleno de edificios de oficinas, y una periferia plagada de edificios residenciales, Ikeas, y mucho bosque.

Los que queráis ir a Estocolmo, tened cuidado a la hora de reservar el hotel, ya que la ciudad engaña, es bastante grande. Os recomiendo buscar el hotel cerca del centro histórico, que se llama Gamla Stan. El problema que tiene Estocolmo es que es una ciudad muy cara, tanto en comida, como en bebida, transporte, taxis, etc...

Para salir de fiesta, hay dos zonas principales. Una de ellas está por una plaza que se llama Stare Plan, o algo así, que viene a ser la zona pija de Estocolmo. Aquí, un aviso. Para ellos, compráos un collarín y un babero, porque no vais a parar de torcer el cuello y babear. Para ellas, si tenéis algún complejo, sencillamente no vayáis por ahí, saldréis tristes. Realmente es impresionante la calidad de las mujeres por esa zona. Luego por el resto de Estocolmo y ase ven cosas más "normales", aunque siempre teniendo en cuenta lo buenísimas que están esas nórdicas.

La otra zona de marcha está más cerca del casco antiguo, pero no recuerdo muy bien dónde. Solo sé que cerca había un barco-garito que se llamaba Patricia en el que se podía acabar la noche (si no recuerdo mal, cerraba a las 6am). Por aquí las copas ya están a un precio más razonable, aunque el ambiente es algo más "enrarecido", como más macarra, y hay que tener cuidado de no meterse en líos, ya que la gente suele ir bastante bebida.

Algo que merece muchísimo la pena es el Vasa Museum. Es un museo sobre un galéon sueco que se hundió en la bahía de Estocolmo el mismo día de su botadura. Era el galeón más grande de toda la historia de Suecia, y fue fabricado como navío de guerra en la contienda que los suecos tuvieron con los polacos en el siglo XVII. El barco fue encontrado y rebotado a mediados del siglo XX, y se encuentra expuesto en el museo en todo su esplendor. Es una pasada.

El domingo, como curiosidad, fuimos al Absolut Ice Bar, que, como su propio nombre indica, es un bar hecho completamente de hielo. Está dentro de un hotel, muy cerca de la estación central de autobuses. Deciros que solo sirven cócteles-chupitos de vodka Absolut, que el bar está a dos grados bajo cero, que para entrar te ponen un abrigo térmico con unos guantes, y que todo está hecho de hielo, copas, asientos, barra, decoración, etc. Cada año redecoran el bar por completo, derritiéndolo y haciéndolo de nuevo entero. También hay Ice Bars en Londres y Milán.

La verdad es que fue un viaje bastante tranquilo, y por eso no tengo demasiadas cosas que contar. ¿Ciudad recomendable? No veo por qué no, pero a no ser que queráis ver a las tías más guapas del mundo, yo elegiría otros destinos antes.

Por ejemplo, el próximo sitio al que iré será a Dublín, ya os contaré qué tal. Ah, eso sí, previo paso por Inverness, capital de las Highlands (sí, vuelvo para allá, me dejé una cuenta pendiente...).

Etiquetas: viajes