lunes, 15 de mayo de 2006
Jeg har blevet hen til København!!
"He estado en Copenhague", eso es lo que quiere decir esa frasecita en Danés.
Pues sí, nada más y nada menos que en la capital del reino con la bandera más antigua del mundo. Como destino turístico, altamente recomendable. Como destino de fiesta (nightlife, que dicen por aquí), altamente recomendable. Como destino ahorrativo, desestimadlo.
En mi primer viaje con la Travel Commission, llegamos al aeropuerto de Copenhague el viernes, y casi nos fuimos directamente de marcha. Es algo muy curioso, cuando hace buen tiempo (y nos hizo), la vida de allí es similar a la española. Mucha gente por la calle, restaurantes y bares abiertos, clubs (que no whiskerías) que cierran más allá de las 5am (supongo que las whiskerías también), etcétera...
La ciudad es muy cómoda de ver, ya que no es excesivamente grande, no tiene apenas cuestas, y predominan las grandes plazas y calles anchas. Poco os puedo decir del transporte público, ya que en Copenhague hay unas bicicletas de uso público puestas por el ayuntamiento. Esto es, en ciertos sitios están atadas, como los carritos del Carreful, se les mete una moneda de 20 coronas, y puedes llevarte la bici por toda la ciudad. Solo un par de cosas: las bicis no tienen ni frenos (se frena pedaleando hacia atrás) ni marchas (además tienen ruedas lenticulares), por lo que cuando sopla un poquito de viento hace una gracia que no veas... Ah, otra cosa que debéis saber es que los sábados es particularmente jodido encontrar bicis de estas libres (más si vas un grupo de 8 energúmenos como íbamos), debido a la ingente cantidad de turistas que suele haber.
Respecto a la marcha, uno se lo puede pasar muy bien allí, ya que la gente es bastante abierta y gusta de bailar (y de beber, vive Dios, y de beber). De el tipo de chica nórdica que se gasta por ahí sé de más de uno que se quedaría embelesado, y más cuando viesen que las danesas son bastante simpáticas y se te acercan cuando ven que eres subpirenaico. El tema de las copas es más complicado. Se estila el típico dedalillo de alcohol que no vale ni para curar una herida, y encima cobran entre 40 y 80 DKK (entre 6 y 11 euros al cambio, vaya). Es altamente recomendable comprar por cuenta propia y beber en el hotel antes de salir si quieres evitarte una sangría para el bolsillo en los garitos.
Ah, en este momento debo hacer un inciso. Cuando quieres tomarte una copa, sueles necesitar hielos. Cuando no tienes hielos, sueles ir a comprar. Allí hay bastantes 7·11 que venden de todo menos hielos. Por esta razón, dos compañeros fueron a preguntar a un McDonald's. Qué grande fue la sorpresa cuando dijeron que no podían ni darles hielos, ni vendérselos. Pero sin embargo, sí podían cambiarlos por golosinas. Raro, ¿verdad? ¡¡Pues lo más extraño es que era cierto!! Se fueron al 7·11 a comprar un huevo de bolsas de golosinas, y, tras media hora desde que salieron del hotel en busca de hielos, aparecieron con un SACO de hielos, el cual debía pesar unos 20 ó 25 kilogramos aproximadamente, y un par de bolsas de golosinas, ya que los del McDonald's no tenían suficiente hielo para trocarlo por todas las bolsas de golosinas que compraron. No preguntéis. Yo no lo hice y fui feliz con mis copas.
La ciudad se puede ver en dos días, y merece especialmente la pena darse un paseo por el Strøget, la calle peatonal de compras, que pasa por bastantes plazas y edificios chulos, bajar hasta Amalienborg (palacio real), pasar al puerto al este de palacio y ver el edificio de la ópera, para luego subir hacia el norte y llegar al parque donde se encuentra la famosa Sirenita. Por cierto, que en el parque hay un par de cosas que merecen bastante más la pena que la dichosa Sirenita.
Otra cosa que no merece la pena perderse es el castillo de Rosenborg y los jardines que están detrás. El resto de la excursión os la podéis pasar perfectamente tomando cañitas en cualquier bar del centro.
Por último, si habláis inglés no tendréis ningún problema de comunicación allí. Todo el mundo lo habla perfectamente, y además sin acento, por lo que se entiende bastante mejor que el británico o el americano. Como muestra un botón. Estando en Christiania, un barrio hippy lleno de porretas y casas de colores, encontrábamosnos tomando unas cervezas Tuborg a 15 DKK cada una en un banco. Se nos acercó un jonco y empezó a soltarnos una parrafada en incomprensible danés, hasta que le dijimos aquello de "jeg taler ikke dansk, spansk, spansk", a lo que el tío nos preguntó si hablábamos inglés, y le dijimos que sí, ya por curiosidad de saber qué carajos estaba diciendo. Pues resulta que el pollo se marcaba un inglés perfecto, y nos estaba ofreciendo un kilogramo de hachís (que no sé dónde carajos se pensaría que podríamos meter eso en el improbable caso de que estuviésemos interesados en comprarlo). El caso es que el tío era un perdido de la vida, iba más colocado que Jim Morrison y Pocholo juntos, y hablaba inglés mejor que cualquiera de nosotros.
En resumen, es un viaje que, para ser el primero que hago desde aquí, me ha gustado mucho. Si encontráis alguna oferta para conocerlo, no la desaprovechéis, ya que la ciudad es cara de por sí y no tendréis muchas oportunidades de verla sin sajaros el bolsillo.
Por cierto, ahí van unas frasecillas útiles:
Sí: Ja (/Ia/)
No: Nej (/Nai/)
Hola: Hallo (/Halo/)
Gracias: Tak (/Tak/)
De nada: Selv tak (/Sel tak/)
No hablo danés: Jeg taler ikke dansk (/Yeh talæ ikke dansk/)
¿Hablas inglés/español?: Taler du engelsk/spansk? (/Talæ du enguelsk/spansk?/)
Y aquí tenéis un enlace con más...
Pues sí, nada más y nada menos que en la capital del reino con la bandera más antigua del mundo. Como destino turístico, altamente recomendable. Como destino de fiesta (nightlife, que dicen por aquí), altamente recomendable. Como destino ahorrativo, desestimadlo.
En mi primer viaje con la Travel Commission, llegamos al aeropuerto de Copenhague el viernes, y casi nos fuimos directamente de marcha. Es algo muy curioso, cuando hace buen tiempo (y nos hizo), la vida de allí es similar a la española. Mucha gente por la calle, restaurantes y bares abiertos, clubs (que no whiskerías) que cierran más allá de las 5am (supongo que las whiskerías también), etcétera...
La ciudad es muy cómoda de ver, ya que no es excesivamente grande, no tiene apenas cuestas, y predominan las grandes plazas y calles anchas. Poco os puedo decir del transporte público, ya que en Copenhague hay unas bicicletas de uso público puestas por el ayuntamiento. Esto es, en ciertos sitios están atadas, como los carritos del Carreful, se les mete una moneda de 20 coronas, y puedes llevarte la bici por toda la ciudad. Solo un par de cosas: las bicis no tienen ni frenos (se frena pedaleando hacia atrás) ni marchas (además tienen ruedas lenticulares), por lo que cuando sopla un poquito de viento hace una gracia que no veas... Ah, otra cosa que debéis saber es que los sábados es particularmente jodido encontrar bicis de estas libres (más si vas un grupo de 8 energúmenos como íbamos), debido a la ingente cantidad de turistas que suele haber.
Respecto a la marcha, uno se lo puede pasar muy bien allí, ya que la gente es bastante abierta y gusta de bailar (y de beber, vive Dios, y de beber). De el tipo de chica nórdica que se gasta por ahí sé de más de uno que se quedaría embelesado, y más cuando viesen que las danesas son bastante simpáticas y se te acercan cuando ven que eres subpirenaico. El tema de las copas es más complicado. Se estila el típico dedalillo de alcohol que no vale ni para curar una herida, y encima cobran entre 40 y 80 DKK (entre 6 y 11 euros al cambio, vaya). Es altamente recomendable comprar por cuenta propia y beber en el hotel antes de salir si quieres evitarte una sangría para el bolsillo en los garitos.
Ah, en este momento debo hacer un inciso. Cuando quieres tomarte una copa, sueles necesitar hielos. Cuando no tienes hielos, sueles ir a comprar. Allí hay bastantes 7·11 que venden de todo menos hielos. Por esta razón, dos compañeros fueron a preguntar a un McDonald's. Qué grande fue la sorpresa cuando dijeron que no podían ni darles hielos, ni vendérselos. Pero sin embargo, sí podían cambiarlos por golosinas. Raro, ¿verdad? ¡¡Pues lo más extraño es que era cierto!! Se fueron al 7·11 a comprar un huevo de bolsas de golosinas, y, tras media hora desde que salieron del hotel en busca de hielos, aparecieron con un SACO de hielos, el cual debía pesar unos 20 ó 25 kilogramos aproximadamente, y un par de bolsas de golosinas, ya que los del McDonald's no tenían suficiente hielo para trocarlo por todas las bolsas de golosinas que compraron. No preguntéis. Yo no lo hice y fui feliz con mis copas.
La ciudad se puede ver en dos días, y merece especialmente la pena darse un paseo por el Strøget, la calle peatonal de compras, que pasa por bastantes plazas y edificios chulos, bajar hasta Amalienborg (palacio real), pasar al puerto al este de palacio y ver el edificio de la ópera, para luego subir hacia el norte y llegar al parque donde se encuentra la famosa Sirenita. Por cierto, que en el parque hay un par de cosas que merecen bastante más la pena que la dichosa Sirenita.
Otra cosa que no merece la pena perderse es el castillo de Rosenborg y los jardines que están detrás. El resto de la excursión os la podéis pasar perfectamente tomando cañitas en cualquier bar del centro.
Por último, si habláis inglés no tendréis ningún problema de comunicación allí. Todo el mundo lo habla perfectamente, y además sin acento, por lo que se entiende bastante mejor que el británico o el americano. Como muestra un botón. Estando en Christiania, un barrio hippy lleno de porretas y casas de colores, encontrábamosnos tomando unas cervezas Tuborg a 15 DKK cada una en un banco. Se nos acercó un jonco y empezó a soltarnos una parrafada en incomprensible danés, hasta que le dijimos aquello de "jeg taler ikke dansk, spansk, spansk", a lo que el tío nos preguntó si hablábamos inglés, y le dijimos que sí, ya por curiosidad de saber qué carajos estaba diciendo. Pues resulta que el pollo se marcaba un inglés perfecto, y nos estaba ofreciendo un kilogramo de hachís (que no sé dónde carajos se pensaría que podríamos meter eso en el improbable caso de que estuviésemos interesados en comprarlo). El caso es que el tío era un perdido de la vida, iba más colocado que Jim Morrison y Pocholo juntos, y hablaba inglés mejor que cualquiera de nosotros.
En resumen, es un viaje que, para ser el primero que hago desde aquí, me ha gustado mucho. Si encontráis alguna oferta para conocerlo, no la desaprovechéis, ya que la ciudad es cara de por sí y no tendréis muchas oportunidades de verla sin sajaros el bolsillo.
Por cierto, ahí van unas frasecillas útiles:
Sí: Ja (/Ia/)
No: Nej (/Nai/)
Hola: Hallo (/Halo/)
Gracias: Tak (/Tak/)
De nada: Selv tak (/Sel tak/)
No hablo danés: Jeg taler ikke dansk (/Yeh talæ ikke dansk/)
¿Hablas inglés/español?: Taler du engelsk/spansk? (/Talæ du enguelsk/spansk?/)
Y aquí tenéis un enlace con más...
Etiquetas: viajes
Comentarios:
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Me parece raro que quieran cambiar hielo por sugus.
Seguro que los "cheches" que querían los del macdonalds no eran "dulces" precisamente, pero os vieron tan pringaos que les disteis lastima, y, además, os dejó unas bolsas de caramelos para que no fuera tan amarga la cosa....
Un besete
Seguro que los "cheches" que querían los del macdonalds no eran "dulces" precisamente, pero os vieron tan pringaos que les disteis lastima, y, además, os dejó unas bolsas de caramelos para que no fuera tan amarga la cosa....
Un besete
Solo queria decir que "Jeg har blevet til koebenhavn" esta mal dicho. Se dice "Jeg har vaeredt i keobenhavn"
Pero me ha gustado que te haya gustado mi capital, y si, es muy bonita. yo no vivo alli, pero casi casi. unos 75 km al sureste vivo yo.
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Pero me ha gustado que te haya gustado mi capital, y si, es muy bonita. yo no vivo alli, pero casi casi. unos 75 km al sureste vivo yo.
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