martes, 31 de julio de 2007

 

The end

¡Hola amigos!

Pues sí. Hoy ha sido mi último día en el Reino Unido. La verdad es que ya tenía ganas de volverme a España, y qué mejor época que en veranito... :-)

Ha sido un año y 5 meses cargados de experiencias, enseñanzas, crecimiento personal, y sobre todo, nuevas amistades que ojalá mantenga con el tiempo.

Si os digo la verdad, la experiencia no es que haya sido puramente inglesa, puesto que siempre hemos tenido allí un núcleo de españoles bastante grande, y con los ingleses básicamente solo teníamos relación en temas laborales. Creo que lo principal que he aprendido allí es cómo es el carácter español cuando vive fuera. Y la verdad, ahora comprendo mejor a todos los inmigrantes que vienen a trabajar a España.

Antes de irme para allá, solía molestarme bastante que gente que marcha a otro país no se hace a sus costumbres, no se empapa de su cultura, y se queda formando un núcleo con gente de su misma nacionalidad sin acabar de integrarse. Y me he dado cuenta que nosotros hacemos exactamente lo mismo cuando salimos fuera.

Allí he visto que la única cosa que diferencia a los ingleses y a los españoles, en el sentido de aceptación a otras culturas, es el racismo. Quiero decir, ambos miramos con recelo que gente de fuera se nos instale como vecinos. La diferencia está en que los españoles tenemos ese prejuicio hasta que vemos que no son mala gente (bueno, también hay maleantes que habría que echar a patadas, pero no son los más), pero los ingleses sienten que por ser británicos son superiores al resto, por muy buenos que éstos sean. Es decir, mientras que el español tiene prejuicios, el inglés, por lo general, es racista.

Eso lo he comprobado no solo con nosotros, African donkeys, como alguna vez nos han llamado, sino también con indios, pakistaníes, bangladeshianos (o como se escriba), italianos, irlandeses, etc. Si no eres británico, nunca podrás acceder a su "élite". Eso sí, de cara a la galería van vendiendo la multiculturalidad, el buen rollito y la mezcolanza de culturas (cosa que solo he visto practicada con sinceridad en Camden Town, Londres).

Pero bueno, también tienen cosas buenas, como por ejemplo un respeto por el trabajador y sus horarios. A nadie se le ocurre allí pedir horas extras sin, primero, pedir permiso al trabajador, y, segundo, pagándolas adecuadamente. Además, un inglés medio puede salir por norma general de su trabajo a las 5 de la tarde, lo que le deja bastante tiempo para dedcicarse a la familia.

También he visto buenas ideas de allí, como abrir bancos y algún que otro comercio los sábados y domingos, días en que la mayoría de la gente puede hacer sus gestiones sin tener que escaquarse del curro.

A nivel personal, al margen ya de poner a parir a los ingleses, he de decir que no cambiaría esta experiencia por nada, y que volvería a repetirla si tuviese que vivir mi vida de nuevo. He ganado bastantes amigos, he perdido bastante contacto con otros, que ahora pienso recuperar, he estado acompañado y en soledad, he sabido lo que es dormir con un edredón nórdico en pleno agosto y no pasar calor, y sobre todo, he conocido más ciudades y países en un año que mucha gente podrá conocer en su vida.

Puff, se nota que estoy bastante espesito. No me gusta cómo está quedando este artículo. Bueno, que le den, es el último día y tengo que subirlo hoy. Ya habrá tiempo para escribir mejores cosas. Ah, eso, que no penséis que voy a dejar de escribir aquí, lo único es que ahora tocará hablar de temas más mundanos :-p

Como despedida, diré a modo de resumen que han sido 17 meses de vida, pero varios años de experiencias.

Gracias a todos los que me habéis ido siguiendo, y especialmente a todos aquellos que habéis compartido mi vida todo este tiempo. Nos volveremos a ver, dadlo por seguro ;-)

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